Mimbres en la ribera del Escabas.
Mimbres en la ribera del Escabas.
Jorge Garrosa Mayordomo
La escena que se presenta ante nuestros ojos es hermosa, la ribera del Río Escabas, el suelo húmedo, los mimbres cortados este invierno, atados en haces y apilados unos sobre otros en las típicas “cinas”que se mantienen en pie recordando los tradicionales tipis de los indios norteamericanos.
La humedad que hay junto al río, mezclada con la savia que todavía perdura en los mimbres, parece querer, a estas alturas del año desdecir al destino y así, estas plantas, olvidándose que sus tallos están cortados y apoyados simplemente sobre el suelo, vuelven a cubrirse de un verde poderoso y vivo en su parte más alta, marcando un fuerte contraste con sus troncos, varas y más varas de un rojo intenso que se amontonan unas junto a otras, formando un solo conjunto.
Más pronto que tarde, esta imagen de mimbres apilados sobre los campos,que ahora observamos en las fincas donde los mimbreros guardan su labor, la cosecha lograda con su esfuerzo desaparecerá, y los mimbres tal cual están, quizás pelados o incluso puede que cocidos en las calderas que podemos ver en las fincas, serán vendidos y destinados a distintos usos como el de crear finas mallas para vallados e incluso como no, para construir los típicos cestos con los que ir a recoger hongos y setas, principalmente en los meses del otoño.
Mientras esperamos esos momentos, esos paseos por el campo con nuestra cesta buscando níscalos y los preciados boletus, sabiendo que esa imagen todavía queda lejana, podemos sin embargo disfrutar de esta vista de grupos de mimbres ya cortados y amontonados, algunos tan verdes y rojos que hipnotizan nuestro paseo,presentándose delante de nuestros ojos en la ribera del Escabas.