GALENOS AMBULANTES
GALENOS AMBULANTES.
(Sobre un relato escrito por Emilio Guadalajara)
Jorge Garrosa Mayordomo
Portada y contraportada del libro.
Siempre resulta un placer el encontrarse con un libro que sirve para relatar tan íntimamente la vida profunda de la Serranía de Cuenca, máxime cuando quien lo escribe es un buen amigo, como lo es Emilio Guadalajara, colaborador asiduo de la Revista Mansiegona y que en esta novela hace un relato en el que atisbamos las grandes carencias y la dura vida de las gentes que poblaban estas tierras y sus pueblos hasta bien entrado el siglo XX.
Unos pueblos que, ante el reto de un futuro que empezaba a despuntar en las ciudades de todo el país y que amenazaba con dejarles olvidados, en pos de lograr un servicio sanitario decente, se reúnen y en común logran contratar un médico para que atienda las necesidades básicas de una población que hasta ese momento de su historia, los únicos remedios que habían conocido provenían: o bien de curanderos, o en casos extremos y tras un penoso viaje que bien podía durar dos jornadas de viaje, de las atenciones que pudiesen recibir en la capital de la provincia.
La historia, dividida en pequeños relatos, nos muestra la vida cotidiana de unos municipios serranos a través de la memoria del ayudante de un médico de pueblo. En estas pequeñas historias, no faltas de grandes dosis de ironía, dicho ayudante nos ira narrando los avatares a los que se tienen que enfrentar estas dos personas y su trato con los pacientes, mientras que poco a poco vemos como la modernidad va abriéndose paso en medio de estas tierras.
Pero quizás, lo que más puede llamar la atención es la falta de definición del territorio, del nombre de los pueblos en el que los personajes del libro se mueven, un nombre que, poco a poco, quien lea éstas páginas y conozca las tierras de Cuenca, ira descubriendo según avance en la lectura.
Toda una pequeña joya que merece la pena ser leída.